Nieves Álvarez, madrileña de nacimiento y de corazón, es la top model que representa a España en las grandes campañas de moda y belleza del mundo. Es elegante, simpática y humilde, cualidad que la distingue ya que su carrera ha tomado varias dimensiones, entre ellas, ser presentadora en la televisión española y empresaria. Ha tenido muy buenas oportunidades de trabajo, pero sobre todo, ha podido formar su familia y enlazar ambos caminos. En una entrevista exclusiva, Nieves me abrió el corazón sin prejuicios y de la mano de la sinceridad. ¡Linda experiencia!




¿Cómo descubriste tu vocación como modelo?
“Yo no descubrí el mundo del modelaje, más bien me descubrieron ellos a mí. Nunca me había interesado la moda, me pararon a la salida del colegio y me dijeron: tú, ¿quieres ser modelo? y no podía creerlo, era muy tímida, destacaba por mi altura y nada más. De pronto, probé y así comenzó mi carrera en España. Luego me fui a París, Nueva York, etc. Jamás me hubiese imaginado llegar a donde llegué, es un sueño”.
“Soy una persona muy trabajadora, cabezota y perseverante. Sabía que lo iba a conseguir. Nunca me he rendido y no le tengo miedo al cambio. Lo bonito de mi profesión es la capacidad de transformarte y de poder dar visibilidad a muchas Nieves que llevas dentro, con el poder del maquillaje y la fotografía. Me gusta crear imagen y belleza”.
El vínculo entre tú y la moda
«Me gusta la moda. Cuando voy a las alfombras rojas, me gusta llevar trajes bonitos, y ponerme bien. Pero cuando estoy creando, en un set de fotografía o en pasarela, siempre pienso en el trabajo que hay detrás, en los muchos meses de patronaje de diseño y lo que quiero es darle vida a eso».
¿Cómo combinas la familia y el trabajo de modelo?
“Soy afortunada de que a lo mejor no tengo que ir todos los días a la oficina y puedo estar en mi casa. Mis amigas lo hacen y son unas heroínas, pueden hacerlo todo. Yo creo que todas podemos combinar el trabajo con la familia, es cuestión de organizarse”.
¿Eres una persona feliz?
“Soy una persona muy feliz. Levantarme todos los días por la mañana, sabiendo que hago algo que me llena, me hace considerarme feliz y agradecida”.
¡Gracias, Nieves!

